viernes, 6 de noviembre de 2009

Le milanesè

"Es corriente en el uso cotidiano del lenguaje encontrarnos con frases como LA VERDAD DE LA MILANESA.
-"Esa es la verdad de la milanesa" suele afirmar alguien y es una sentencia irrevocable.
Cabría que nos preguntemos si realmente el sintagma nominal milanesa (indagando en su estructura interna, con un equipo de investigadortes abocados al estudio de las palabras, descrubimos que Milanesa proviene de Milán, o Milano, como dice el tano mi vecino. Si indica lugar de procedencia, sería un gentilicio. No dejan una consonante librada al azar, como nuestros vecinos, los brasileros. Dios nos guarde)
Ahora bien, la milanesa metafísica que nos compete, cuándo es verdadera. Le caben una o tantas verdades como variedades de milanesas estén preparadas¿? Es más verosímil una de pollo a una de carne¿? De ser esto posible....por qué¿? Y ahora que están tan en boga las de pescado, les cabría también una categoría metafísica o las desechamos por ser orientales¿?
Una vez descartadas las preguntas anteriores para adentrarnos en la consecución de la verdad última o primigenia (según el wing por donde se lo mire), deberíamos batir, y debatir el accidente milanesio. Pongamos por ejemplo que la milanesa es esencialmente de ternera. Accidentalmente podría ser de pan rallado, de centeno o de avena."

Ensayo encontrado en apuntes de cátedra, Arnoux, París, 1900 y pico.

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