lunes, 10 de agosto de 2009

Noche trebolar

Sucedió anoche. Había algo extraño, como un viento arremolinado y trebolar, mágico, en la penumbra apenas visible por el llanto aromado de sahumerios. Todos asistimos a esa conjunción aromada, de destellos luminosos…y había un niño, más azul que de costumbre tejiendo travesuras, y un hombre con pelos en la cara, con los vellos ancestrales en el rostro, con los vellos por los que se conmovieron nuestros antepasados, un hombre. Y habían mujeres, contagiadas de una enfermedad anacrónica, inactual. Alegres mujeres de color y diversidad, alegres las mujeres de la risa, alegres las mujeres del final.
Como si fuera poco, en el centro, una ronda musical. Tejiendo las hebras del sonido van las cuerdas, como si fuesen copitos de azúcar en el viento trebolar. El viento las guía y las hace volar.
El hombre cuyo nombre implica distancia se encuentra con el niño azul duende y le pregunta: “¿dónde está la bufanda que hace caricias?”

2 comentarios:

  1. Soy el primero en firmar el blog. Cuantas mujeres envalentonadas que hay dando vueltas por ahi. Espero que la producción no se agote y se siga posteando, como debe ser. Excelente el blog! Saludos desde acá. Fiel a la lucha espartaquista!

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  2. Fran, me alegro mucho de que te hayas hecho un blog, ahora me es más fácil seguir leyendo cosas tuyas que siempre es un placer. Abrazo

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